lunes, 19 de junio de 2023

Sin título aún


Ahora ya con la calma resentida, que nada de ayer me duele tanto, ahora ya con la mente vacía, con los rencores cansados, con la cordura consciente. Ahora que los ayeres me guiñan el ojo para decirme casi con ironía, que los tiempos perfectos, son del tiempo, precisamente, que los calambres del resentimiento amoroso son tan temporales como los inviernos ambiguos en países caribeños. Y que todo este tiempo que he llorado con tu sonrisa imaginaria, sólo ha significado una cosa; que estaba equivocado, en todo el sentido de la palabra, pero que tercamente la mente me insistía en hacerme creer lo contrario y me hacía pensar que en ese  preciso momento de mi vida era el momento más feliz y me refiero a ese año nefasto, cruel y doloroso, que estaba hundido en los recuerdos mas infernales, en las analogías más excéntricas y en las lógicas más inimaginables, pero que al final siempre hubo una conclusión, que nunca de los nuncas nosotros tendríamos siquiera un ápice de historia, aunque debajo del puente hubieran mil historias ya escritas que estaban listas para publicarse, pero que no era suficiente para que este amor sea calificado siquiera de "intento de relación".

Así de dura fue esta historia, obviamente sólo de mi parte, porque tú no tenías ni la más mínima idea de lo que pasaba en mi vida, sonreías siempre, y cuando digo siempre, me refiero a todo el tiempo, hay algunos que dicen que me olvidé en reaccionar o que me demoré en aceptar que iba perdiendo todo; a mi me gusta pensar, que no quería dejar que este recuerdo muriera, todos me decían que iba a acabar con mi vida, pero yo quería que ella lo hiciera personalmente yo quería saber que un día lo había dado todo y lo había perdido, prefería mil veces eso a nunca haber arriesgado y preguntarme más adelante que tal vez era el amor de mi vida y no tener respuesta inmediata, eso hubiera sido lo mejor que me hubiese pasado hasta el final de mis días.

A veces, en mis soliloquios cotidianos, analizo a profundidad el amor en toda la extensión de la palabra, qué significa amar a cabalidad, ¿se puede acaso amar solamente y no recibir nada a cambio? ¿eso podría llamarse siquiera un ensayo de amor?, ¿de verdad alguien podría sufrir por un amor no correspondido?, sinceramente nunca lo creí, porque nadie consciente del rechazo amoroso apostaría más, por algo que no nace, y si no nace, por consecuencia, no crece, pero yo tuve que hacer las cosas siempre tan distintas o por no hacerlas de alguna manera termino haciendolas de la peor manera.

Y sí, me enamoré, sin ser correspondido, en silencio, sin testigos, con el dolor ya incorporado, pero en mi defensa diré que nunca lo busqué, sólo pasó depronto y sin mi consentimiento, simplemente ya estaba, un día desperté y ya no era el mismo, así de duro son estas cosas, somos víctimas de la circunstancia, o tal vez sólo buscamos justificación para no vivir con la frustración de no poder concretar algo.

Para mi fue un amor contundente, que si bien es cierto, fue efímero, pero la fugacidad de ese amor fue muy fuerte.  El total de una vida nunca será suficiente  para describir y demostrar lo rotundo y categórico que fue ese momento y que ese instante se eternizó al final porque después de todo sí existió un "nosotros". Y sé que ella me amó, porque yo pude sentirlo, aunque fuera parte de un momento, de un año, de un mes, de una semana, hasta de un segundo, pero me amaste, lo supe un día cuando me miraste a los ojos con tal fijación y consolidación y sólo decías incoherencias, mientras tratabas de disimular tus nervios y te retorcías en un barandal sin medir tus movimientos, entonces pude comprenderlo todo, y eso lo tendrá que determinar el mismo dios, que todo lo sabe, porque en cosas de amores dios sabe más que cualquiera.

Pero llegaría ese día nefasto, el día de tu partida, yo sabía que llegaría, lo sabía con certeza, porque antes ya me había pasado y además sabía que sería un día terriblemente conflictivo porque era la única forma que yo te podía dejar ir, fue un jueves, lo recuerdo perfectamente porque ese día tenía una reunión muy importante y tuve que cancelarla, tuve que dejar de hacer todo porque no me sentí en la capacidad de continuar con mis actividades cotidianas, y lo peor de todo no fue presencial, sino, por teléfono, cuando me dijiste que te ibas y que ya no podías seguir trabajando.

Fue la etapa más negra de mi vida, la parte más nefasta de mi existencia, el sufrimiento más excesivo que alguien pudiera soportar, porque pasé de verte todos los días a no volver a verte nunca más, la palabra extrañar me quedó corta para describir lo que sentí a partir de ese momento, hubiera pagado cualquier precio para no pasar los momentos que tuve que pasar y sin embargo, tuve que pasarlos con todo el sufrimiento que ello conlleva, la mente te suele traicionar en esos momentos, hubiera dado de todo para no pensar en ti y olvidarme que existías, pero era inútil, te pensaba día y noche, te confundía en otras personas, te buscaba hasta en mis sueños, te amaba, y grité al universo mil veces tu nombre para que volvieras, hasta lloré en silencio muchas veces y ya ves, el universo no me escuchó y no te trajo de vuelta e hizo de mi suplicio una forma de vida, así de duro es la vida, así de engañoso es el mundo. Así aprendí a olvidarme se ti, como una herida abierta sin tratamiento de a pocos, fueron como novecientas noches en las que aprendí a olvidarte y finalmente un día me levanté y ya no pensaba más en ti. Así de duro fue mi proceso de olvido pero finalmente lo conseguí y no quiero volverte a ver ni a hablarte, porque tengo miedo de pasar otra vez por todo esto.


Ahora que las noches son como un simple manto negro sin sus remordimientos excesivos, ahora que veo al mundo como si estuviera recién pintado, de color blanco, ahora que me levanto solo y veo el sol tranquilo me da la sensación que algo le falta a mi vida, serán tal vez los monstruos negros que necesitan alimentarse de sufrimiento vivo, que quieren ver sangre desde el centro de mi corazón palpitante, que necesitan verlo a uno en un suplicio innecesario, entonces, me levanto y busco otra vez, como un círculo vicioso, y me doy cuenta que no puedo vivir así, necesito ese sufrimiento, ese masoquismo extremo, para que todo vuelva a su normalidad, sin esa dosis de tortura mental no puedo seguir una vida cuerda, por eso cuando te veo te ignoro, y no quiero saber nada de ti en lo mas mínimo, porque cuando te veo o me entero algo de ti ya no vuelven los recuerdos que me atormentaron alguna vez, sino los pensamientos siguientes que duran mas de una semana y eso lacera mi alma de la manera más cruel.

Y lo peor de todo es que quiero vivir de esta manera, porque no quiero pensar que tal vez en un error del destino haga que pase algo de verdad entre nosotros y malogre mi vida para siempre.

Porqué nos llega a gustar tanto una persona, como si fuera la persona más hermosa de toda la humanidad, como si ninguna se igualase en ese balance de belleza y personalidad y eso nos hace verla hecha perfección y cuando preguntas a tu amigo si piensa lo mismo te dice simplemente que no es para tanto, que no es su tipo y que estamos ciegos, qué hormona se nos activa para determinar quién nos va a gustar, porque hace que sea el centro del universo y luego cuando vemos a otra persona mucho más hermosa, para la vista de todos, simpelemente no le notamos nada especial, podría tratarse de una modelo y para nosotros en ese momento solo nos interesa la única, la que nos gusta, la alcanzable, la mejor, por qué nos enamoramos tanto de alguien, qué nos sucede en el cerebro que nos volvemos tan vulnerables y qué nos pasa en el cuerpo que no resistimos a su presencia, qué arma tan letal es el amor que nadie a podido superarla en su momento más crítico, todos han caído rendidos ante una mujer, desde los más grandes conquistadores, hasta los más insignificantes hombres pero todos hemos sufrido alguna vez por amor, y cuando digo alguna vez es haber sufrido de la peor manera.