martes, 14 de junio de 2011

¿ASÍ LO QUISO DIOS?


Tú que has querido que sea diferente,
que te siga por esos rumbos de ternura,
aunque esto parezca más una locura,
sin dejar de lado el cariño elocuente.

Tú que me has pedido algo que no tengo,
o tal vez sí,
aunque no soy de darlo con premura,
yo creo que los momentos más hermosos de la vida, son esos,
en que el preludio es envuelto con mesura
y yo de a pocos recién lo estaba demostrando.

Tú también me has pedido interés seguido
inconscientemente claro, sin palabras, sin sonidos
del que reconozco no haber correspondido,
no siendo éste el motivo la falta de cariño,
o por descuido ni mucho menos por olvido.

Pero he aprendido mucho del mundo que he vivido
a no entregarlo todo en los albores del amor
para no salir herido y para no sentir dolor
en caso de no ser correspondido.

Por ti estaba decidido a entregarlo todo,
por ti en algún momento vivía, mataba y moría,
por ti hubiera hecho tanto,
pero en cambio de tu parte recibí muy poco,
o tal vez nada.

Para qué hacerme ilusiones todavía
cuando los sentimientos están echados en la mesa,
corazones quebrantados y el mío con certeza
de empezar otra partida y ya ves,
igual no serviría.

Pero lo hermoso del amor a corto plazo
(qué más da igual hubo emociones)
es que nadie me quitará esas hermosas sensaciones
el alivio que me diste en un momento de mi vida
aunque el dolor haga extensivo su paso.

De todo lo pasado lo más bonito siempre queda
como la mirada de tus ojos, tus labios, tu voz, tu cara,
esas horas que con ansias esperaba
para intercambiar ideas o para hablar de lo que sea.

Así fue este amor…
efímero y ambicioso,
como un médano canceroso
que vetó al pábulo en erección
y vetó la más grande emoción
y como párvulo ansioso
quedé hastío de emoción.